Había olvidado lo placentero que resulta estudiar algo que te gusta.
Pequeños dramas cotidianos de un mundo raro.
Crónica de un embarazo.
Pero, cómo puede llorar tan fuerte siendo tan pequeño?
Confesiones de un cojo
Y por qué tendría que dar explicaciones?
Había olvidado lo placentero que resulta estudiar algo que te gusta.
Publicado por Poncho a las 13:34