martes, diciembre 28, 2004

Ayer, P preparó la canastilla. Está muy preocupada porque el parto se adelante, y cuenta los días que van pasando para llegar a la zona de seguridad (todavía faltan cuatro semanas).
La canastilla es como una singularidad del espacio-tiempo, pero aplicada a la vida humana: En la canastilla se meten todos los enseres y accesorios que van a necesitar una vida que comienza, y otra que debe continuar tras un "periodo especial". En la canastilla se mezcla lo práctico con lo banal. Las zapatillas de plumas con los saca-leches. Una vida tendrá su punto cero, la otra marcará aquel momento como uno de los más importantes y que recordará para siempre.
Quizá, no es más que un reflejo de lo que es nuestra vida: Una trivialidad con momentos de profunda trascendencia.