El comentario de Ula en un post anterior, me ha hecho pensar. No estoy de acuerdo.
Quien nada tiene que perder, nada teme.
Los años no traen el miedo, pero traen otras cosas que te pueden hacer descubrirlo.
Yo conocí lo que es el miedo tras tener hijos. Miedo a no poder protegerlos, a no poder darles todo lo que necesiten.
Miedo a la incertidumbre, a que, sin importar que estés haciendo las cosas bien, suceda algo que escapa a tu control, algo que no depende de ti, y que destroza todo lo que quieres y por lo que has luchado.
Miedo a la estupidez de otros a los que no les importa su vida, y por supuesto, mucho menos, la tuya.
El otro que está dentro de mi, es un desconocido al que no temo. No me gusta, pero no le temo.
jueves, noviembre 22, 2007
Publicado por Poncho a las 17:47
Etiquetas: autojustificaciones, gritos en el desierto