viernes, diciembre 12, 2008

Tras meses de sequía, no me puedo resistir a dejar para la (mí) posteridad esta maravillosa definición:

trancha.

1. f. Hierro con canto boto, que, clavado en un borriquete, sirve a los hojalateros para rebordear sobre él con el mazo los cantos de la hojalata.



domingo, septiembre 14, 2008

Patty, una de mis cuñadas, utiliza la expresión "es un marido" con una mezcla de desprecio y resignación. Siempre me había parecido bastante mal, hasta que el sábado me di cuenta de que yo también me he convertido en "un marido". ¿Cómo se da cuenta uno de esto? Desde luego, no por algo tan simple como una alianza en un dedo. Puedes llevar años de casado y todavía no haberte convertido en un marido.

La cuestión es que estaba comprando el regalo de cumpleaños de P. En un establecimiento especializado en lencería fina. En otras ocasiones, pues ya había sido cliente, mi estrategia consistía en pasar fugazmente por delante del escaparate durante cinco o seis días, tratando de divisar un conjunto bonito y atrevido. Era una forma bastante complicada de fijarse en los detalles, pero evitaba que pasara vergüenza y me permitía entrar a la tienda sabiendo que es lo que quería comprar. Lo se, es estúpido, pero soy así.
Sin embargo, esta vez entré en la tienda, y expliqué, sin más rodeos, lo que estaba buscando. La amable encargada me mostró docenas de conjuntos de diferentes hechuras, tejidos y colores. Fue realmente divertido. Me encontré disfrutando de las compras. Por si fuera poco, me llevé conmigo a los niños, y p. incluso dió su opinión. Fue perfecto.

Mientras esperaba que envolviesen el conjunto, llegó un chico. Tratando de aparentar tranquilidad, farfulló que quería comprar un camisón de novia y que ya había mirado en un montón de tiendas. La dependienta le pidió alguna orientación, y el joven, mirando al suelo, señaló un maniquí que había dentro de la tienda y dijo: "ese".

La chica se lo envolvió y el se fue muy aliviado, y algo aterrorizado de que haya "maridos" capaces de ir a comprar ropa interior para su mujer con los niños. Bueno, si aguanta lo suficiente en su matrimonio, quizá le de tiempo a convertirse en marido.

Por supuesto, el motivo real de este post es poner la foto.

martes, agosto 05, 2008

Con la edad, uno se hace duro. La dureza lleva a la impasibilidad, y la impasibilidad impide que suceda el agitamiento interno que termina plasmado en un post.
No obstante, por duro que uno se haga, siempre hay algo que lanza el viejo proceso. Y se agradece.

Por ejemplo: Es admirable cómo se puede pasar de la más extrema ñoñería a una perversidad tan evocadora.

Youre the cutest thing
That I ever did see
I really love your peaches
Want to shake your tree

The Joker
Steve Miller

domingo, junio 22, 2008

Mi sueño recurrente ha vuelto. Hoy he vuelto a soñar con un avión que se estrella cerca de mí. La diferencia es que esta vez, dentro del sueño, le contaba a alguien que tengo un sueño recurrente en el que un avión se estrella cerca de mí.
Parece una meta-obsesión.

martes, junio 17, 2008

En todo hay cierta inevitable mala leche. En las caras de desprecio de los adolescentes en el andén del metro. A ti, que eras como ellos hace cuatro días. En la presentadora del telediario, con su mirada altiva procedente de unos rasgos perfectos de imagen sintética. En la mandíbula de una presidenta autonómica que mastica chicle igual que masticaría a los ciudadanos que no la votan. En la pluma de un escritor de moda que tras tres horas de mascar polvo bajo un sol de justicia sólo acierta a garabatear un firma ininteligible y ni siquiera la acompaña de tu nombre.
Mas yo, milagro inesperado. Vivo acorazado, impermeable y ajeno al mal karma que me pone enfermo.

jueves, mayo 29, 2008

Mi compañero de viaje saca del bolsillo de su chaqueta un fajo de papeles doblados que despliega con dedos nerviosos sobre la bandeja del asiento.
Grandes tablas rellenas con letra minúscula cubren los papeles, cuyos dobleces están tan marcados en algunos lugares que amenazan con desgajarse. Se diría que lo único que los mantiene unidos es la atracción matemática, la relación que los números de la cuadrícula separatista mantienen con el resto de números de la matriz.
Mi compañero inspecciona los papeles durante unos minutos. A continuación, en la parte trasera de una de las hojas comienza a dibujar, a bolígrafo, con pulso poco firme, una nueva cuadrícula. Garabatea en la cabecera de las columnas pequeños símbolos, que, desde mi asiento y por el rabillo del ojo desviado de las páginas del periódico, no acierto a descifrar. En cada una de las pequeñas y mal dibujadas casillas escribe un número, o una letra, sin aparente lógica. Comienzo a pensar que quizá esté loco, y sea su manera de escapar de la realidad (o quizá de acercarse a ella), pero algo en la decisión de su mirada me convence de que sus acciones tienen una lógica fuera de toda discusión, y quizá, simplemente, yo no esté preparado para entenderla.
La mujer que hay al otro lado del pasillo lee recetas de cocina en una revista de cotilleos. El vaso de coca-cola que tiene delante, tiene en su borde una grasienta mancha de pintalabios de color ocre. De repente tengo nauseas.

lunes, mayo 26, 2008

Nunca he dudado del poder de las palabras. Hay miles de formas de decir lo mismo. Pero dependiendo de las palabras seleccionadas, su efecto será completamente diferente. Una disculpa o una riña pueden realizarse de forma que no parezcan ni lo uno ni lo otro, logrando que el interlocutor (o lector) comprenda lo que se le desea transmitir e influyendo en su estado de ánimo. ¿Hay algo más hermoso que echarle una bronca a alguien de forma que no sólo te de la razón, sino que se muestre de acuerdo contigo?
Pero existe otro poder más oculto. Primigenio. Procedente de los albores del lenguaje. Un poder que las palabras generan por su propio sonido y estructura. El auténtico motivo de la poesía, no es decir las cosas bellas, sino generar respuestas en el ser humano antes por la forma que por el contenido.

Yo tengo dos letanías que me acompañan en los momentos malos. Me ofrecen consuelo y me distraen del problema que me preocupa. La primera es de Cervantes, autor cuyas palabras tienen un poder que no es necesario que explique.

En todo hay cierta, inevitable muerte;
mas yo, ¡milagro nunca visto!, vivo
celoso, ausente, desdeñado y cierto
de las sospechas que me tienen muerto.

Este fragmento de un poema me acompaña ante los absurdos de la vida. Al repetirlo una y otra vez, consigo ubicarme en la frontera entre la realidad y la ficción, que es donde realmente ocurren las cosas que nos afectan.

Mi otra letanía es una adquisición reciente. Breve y en inglés, pero igualmente efectiva.

Ride that wave.

Igualmente válida para conciliar el sueño, aprovechando los pulsos hipnagógicos que fluyen desde los resquicios de nuestra mente de lagarto, que para soportar un viaje en avión con excesivas turbulencias.

Admito proposiciones para otras letanías.

lunes, abril 21, 2008

Sabía que me saldrían canas. Lo que no sabía es que lo harían por la nariz...

miércoles, febrero 27, 2008

He soñado que me robaban el coche. Para solucionarlo, le encargaba a un chino 500 muñecos de navidad tamaño pingüino gigante. Tras un duro regateo, el chino accedió a bajar el precio, pero a cambio de sustituir la nariz y la boca del muñeco por un tapón de coca-cola y una patata frita.
Desperté con una gran carcajada. Lo cual es muy extraño porque hace tiempo que no me río.
Pensé en despertar a P y contarle el chiste del chino, pero dí media vuelta y seguí durmiendo. Creo que fue una buena elección.

jueves, febrero 14, 2008

Why shut down when you can shoot down

Hay furgonetas con los cristales tintados, cuyos ocupantes, mientras esperan en los semáforos, amenazan a los transeuntes. Son los mismos, lo sabe todo el mundo, que venden globos en las ferias y secuestran a niños, pero aparentemente no le importa a nadie. Nada más que cuando una de su fechorías es demasiado evidente, nos rasgamos las vestiduras y los juzgamos en público. Pero eso sólo sucede muy de cuando en cuando. Mientras tanto, siguen recorriendo despacio las calles vacías de las urbanizaciones, en las afueras de las ciudades, buscando una presa con la que seguir saciando el ansia del motor que les mueve.

martes, febrero 12, 2008

Un ruso borracho bebe de la botella, mientras grita al cielo insultos incomprensibles. Sus ojos, hielos perdidos, me recuerdan en lo que se está convirtiendo mi mundo. La calle, otrora tranquila, es ahora territorio hostil. Padres divorciados hipotecan su domingo paseando a sus hijos tristes. Ahogan el aburrimiento con comida basura y hacen cola junto a parejas de yonquis en pleno viaje. Sus ojos en blanco se cierran, a la vez que tratan de mantener un discusión. Yo me pregunto si no será esa la solución, si no tendrán ellos razón mientras nosotros nos empeñamos en librar una batalla perdida de antemano.
Un pequeño autobús recorre la avenida, sus ocupantes son retrasados mentales mayores de veinte años. Sus ojos parecen mirar en varias direcciones simultáneamente, como si no entendieran lo que ven, o quizás es que lo entienden demasiado bien. Uno de ellos tiene una hoja de papel arrugada metida en la boca. Sobresale como un clavel que hubiese reventado bajo la presión de sus dientes. Sus compañeros se la han metido para dejar de oírle.

domingo, febrero 10, 2008

Alcohol en un pequeño vaso es la lente adecuada para ver el mundo desde la bola del hamster. Camina hacia delante. No pienses. Pensar sólo serviría para hundirte en el alquitrán, junto a los huesos de dinosaurio, antes de tiempo. Gasta, gana, gasta, gasta, pide, gasta. Necesito. Lo necesito. Más. Otra vez. Te lo contaré con detalles. Y tu, ¿qué tal? (quiero decir, cuánto).
Putos desgraciados. Si no fuera porque os odio, me daríais pena.

sábado, enero 19, 2008

¿Sabes esa sensación de tener en la punta de la lengua una novela en tres volúmenes...?