Ayer tuve una especie de regresión ajena. Me explico.
Ayer hicimos una excursión familiar, mi mujer, hija, madre, abuela y nuestros dos perros fuimos a visitar a mi bisabuela (se que parece el inicio de un chiste, pero es la verdad. A mis casi treinta y uno todavía tengo bisabuela), fuimos en coche, y dado que soy conductor tardío era mi primera experiencia de este tipo al volante. Un calor de mil demonios, el coche quedándose en las cuestas y tardando horrores en frenar. La niña gritando, mi abuela quejándose del sol, la camisa pegada a la espalda y mis kilos de más clavándose en el cinturón. La verdad es que hay pocos accidentes de tráfico...
Sólo fueron 15km, pero me sentí como el protagonista de aquellos viajes de vacaciones que se hacían los españoles de los años 70 (mis padres sin ir más lejos).
Ha sido una experiencia interesante, y un paso más hacia mi total conversión en pater-familias y ciudadano de a pie del montón.
jueves, julio 10, 2003
Publicado por Poncho a las 10:31