lunes, agosto 30, 2004

Nota mental:
No meterme con Riddick... (ni con el guionista de la película)

domingo, agosto 29, 2004

He ido a una juguetería a comprar la inevitable "sorpresita" para p, y he tenido que esperar más de diez minutos en la caja, porque la dependienta tenía un tremendo lío atendiendo a una clienta. La clienta tenía treinta y tantos años, y estaba tratando de comprar alrededor de una decena de coches en miniatura. Parece que las cajas de las miniaturas había perdido los códigos de control y la dependienta tuvo que hacerse la cuenta a mano. Cuando terminó dijo la cifra: trescientos veinticinco euros.
Me quedé francamente impresionado. No sabía que esos cochecitos eran tan caros. Al prinicipio, me chocó un poco ver la cantidad de coches que estaba comprando, además, dijo que los quería envueltos para regalo por separado. Supuse que sería el regalo para un montón de niños (un equipo de fútbol o algo así), pero al oir el precio tuve que cambiar mi suposición. Estaba tan sorprendido que no pude evitarlo y pregunté:
-¿Son para empezar una colección?
Me miró como sin creerse que le estuviese preguntando eso, y dijo:
-Para empezarla, dice... -dijo dirigiéndose a otras dos mujeres- lo malo es que los tendrá repetidos, y si no están repetidos vendrá a cambiarlos de todas formas. Porque siempre les encuentra algún defecto. -iba indignándose por momentos- Una rozadura, un retrovisor roto... Por cierto, no los he mirado. ¿Tienen todos los retrovisores?
Se puso a comprobarlo, y por cierto encontró uno al que le faltaba el retrovisor del lado izquierdo. Mientras tanto yo, ya tenía una idea más clara de la situación. Aquella mujer tenía un marido cuya pasión eran las miniaturas de coches, y en vez de regalarle una pluma Mont-Blanc para su cumpleaños, prefería una docena de vehículos de juguete.
Finalmente conseguí pagar, le dije adios a la mujer, me contestó con una sonrisa y la oí decir:
-Es nuestra jubilación. Acabaremos vendiendo los jodidos coches para poder comer...

Y yo que pensaba que mis amigos eran infantiles por comprarse una PlayStation...

sábado, agosto 28, 2004

Recapitulando.
Dos semanas casi seguidas en Madrid. Más trabajo del que he tenido nunca. Dos semanas aguantando gilipolleces (no tiene otro nombre) de clientes gilipollas (evidentemente).
Hoy es sábado y acabamos de llegar (P y yo) de la boda de un amigo, lo cual ha sido lo único bueno de la semana en Madrid (bueno, eso y la cena en el Tao de Juan Bravo, pero eso es siempre un valor seguro). Agradablemente, porque estábamos bastante cansados de toda la semana, y P en su estado no da mucho de si, la boda ha sido relativamente ligera. En realidad muchísimo más ligera que las bodas a las que estamos acostumbrados en nuestra "casa".
En fin, todo muy higiénico. Buena comida, un poco de baile, barra libre, y la gente empezando a despejar a media tarde. Las bodas a las que estamos acostumbrados comienzan por la mañana y terminan... por la mañana...
Esas bodas, son conocidas como bodas marathon por el estado en el que acaban los concurrentes.
La cuestión es que lo pasamos muy bien, vimos a personas que hacía años que no veíamos. La historia es como sigue: Hace unos años, un 12 de septiembre de 2001 (día D+1), como los jovenes inconscientes que éramos, decidimos irnos de viaje a Turquía. En el aeropuerto, nos encontramos con un par de compañeros de trabajo (de los que me llevo bien con ellos) , así que hicimos el viaje juntos. Durante ese viaje, uno de ellos, llamémosle J, conoció a A y comenzaron una relación que, hoy han formalizado, así que ha sido una especie de reencuentro con la gente de aquel viaje. Muy agradable y divertido.
Por lo demás, estoy bastante cansado de esta maldita ciudad en la que hago poco más que trabajar. Leo en los trayectos del Metro y por las noches salgo a cenar o al cine. Así es que llevo una semana sin poner un triste post, tarea que he encontrado bastante importante para mantener mi higiene mental. Y no es que no tenga cosas que decir, pero estoy tan cansado...

viernes, agosto 20, 2004

Ha faltado esto, qué digo esto, Mucho, muchísimo menos para hacerme olvidar el cansancio de la semana fuera de casa y convertirme en una persona completamente realizada, porque, queridos amigos, hoy he logrado el objetivo por el que secretamente, hace cinco años, acepté venir a trabajar a Madrid. Ha costado, pero hoy la he visto. He visto a Yola Berrocal. Y eso que el momento no ha sido completo porque se me ha escapado sin firmar un autografo. La culpa la ha tenido la costumbre que tienen los famosos de estar continuamente hablando por el móvil. Bueno, eso y que un servidor puede ser muy fan, pero ante todo es educado, y antes defradudado hasta la muerte que interrumpir una conversación ajena. Y mira que lo tenía todo preparado: el bolígrafo, una tarjeta de la empresa (para firmar por detrás) y la frase: "pon para Poncho, por favor, me llamo X, pero todos me llaman Poncho".
Ha sido en el aeroppuerto. Allí estuve, rondando durante 10 minutos la puerta E69 (cuál si no) destino Alicante, esperando a ver si dejaba el móvil, pero nada, no hubo manera, se me escapó viva, como se dice vulgarmente.
Pero yo a Yola se lo perdono todo, porque la admiro y porque estoy convencido de que ha engañado a todo un país, y que tras su espectacular apariencia se esconde un intelecto superdotado que ella se empeña en ocultar celosamente en aras del triunfo famosil.

domingo, agosto 15, 2004

La música sirve de acompañamiento a la mayor parte de las actividades y obras humanas. Esto es cierto hasta el punto de que, de forma general, pocas veces se escucha música por el mero placer de escucharla. Salvo en ocasiones especiales como los conciertos, la música es el telón de fondo, muchas veces indispensable, de algún otro elemento. Muchos caminamos por la calle con música portátil, una parte fundamental de toda película es la música. Hay música en los ascensores, aeropuertos, teléfonos, transportes públicos...
La música está en nuestra vida, y la mayor parte de las veces sólo la oímos, no la escuchamos.
Que la música sirva de acompañamiento no es malo. Todo lo contrario. Lo que ocurre es que ese papel de acompañamiento está tan asumido, que muchas veces, se selecciona mal. Y es que encontrar la música adecuada para cada ocasión no es algo trivial. Tenemos la más extensa variedad de ritmos y estilos para elegir, y dicha elección requiere un mínimo de sensibilidad y conocimiento.
Como hoy me siento extrañamente optimista, no hablaré de las malas combinaciones, sino de las que me agradan. Evidentemente, lo que sigue es completamente parcial y personal y está expuesto a toda crítica de cualquier otra persona, ya que lo que a unos nos parecen sonidos celestiales, para otros puede ser música de barraca de feria. Por ejemplo, para una parte importante de la población mundial, uno de los eventos más hermosos y cooldel año es el concierto de año nuevo de la Musikverein de Viena, y yo, no soporto a Johann Strauss (padre e hijo), otro ejemplo es que durante los años ochenta, gracias a una película espantosa, la música favorita para hacer el amor era el Bolero de Ravel, cosa que siempre me pareció el colmo del horterismo.

Algunos de los siguientes cocktails me acompañan desde hace años, otros los he descubierto hace poco. Seguramente dentro de un año esta lista cambiaría. Pero hoy es así:

  • Los desnudos de Modigliani y los Arabescos de Debussy
  • Mirar la lluvia a través de la ventana con la música de Erik Satie
  • Buscar estrellas fugaces con The Smashing Pumpkins
  • Springsteen y cerveza fría
  • La voz de Diana Krall y un vaso de whisky (12 años o más) tibio
  • La película Elegidos para la gloria y su banda sonora (Los planetas de Holst)

    Hay un aspecto de la cultura occidental moderna, donde se lleva al extremo el asunto de la música como acompañamiento: Los videoclips.
    Las casas de discos se dieron cuenta de que para vender una canción, no hacía falta que ésta fuese buena, sino que tuviese un envoltorio bonito. Así que se inventaron los videos musicales o videoclips. Tuvieron mucho éxito. Tanto, que en ocasiones los videos han llegado a ser más importantes que la propia canción (Thriller es una buena canción, pero quien puede pensar en ella sin acordarse del video). Por otra parte, es difícil encontrar una serie de televisión de prime time que no contenga incrustado en mitad del capítulo un par de minutos de videoclip.
    Desgraciadamente (y es sólo un reflejo del resto de la cultura), la mayor parte de los videos (y sus canciones), son totalmente olvidables. Pero de vez en cuando hay una combinación genial que queda para la posteridad. En mi opinión, sin ninguna duda, una de las combinaciones de música e imagen más afortunadas de la historia es el videoclip "Wicked Heart" de Chris Isaak. Una bellísima fotografía en blanco y negro, una playa paradisíaca, la voz lamentosa de Isaak y la increible mirada de Helen Christensen hacen que este videoclip sea una maravillosa obra de arte.
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  • sábado, agosto 14, 2004

    Estoy bien... si no me muevo demasiado.

    La familia de P, ha tenido la inolvidable experiencia de haber visto a Poncho en modo boda.
    Ayer se casó una prima de P. Para que os hagais una idea de cómo era el asunto, la representación masculina de la familia de la novia se reducía a su padre y a mi. Por tanto yo era un invitado, digamos, bastante visible. Sobre todo porque estaba acompañado de P (que estaba preciosa) y de mis inevitables cuñadas: Patty y Selma, que, todo hay que decirlo, se portaron muy bien y disimularon su horror cuando me vieron entrar en acción.
    Y es que en las bodas me convierto en una máquina de diversión: como, bebo y bailo de una forma que no pasa desapercibida para nadie. Siempre me propongo controlarme, pero nunca lo consigo.

    Eso si, lo paso de maravilla...

    Lo malo es el día siguiente (ahora). Es medianoche y sólo ahora estoy empezando a recuperarme...

    martes, agosto 10, 2004

    El tour Vote for Change, llevará a estrellas de la música a hacer campaña a favor de Kerry (en realidad en contra de Bush). Entre dichas estrellas se contarán: Bruce Springsteen, R.E.M., Dixie Chicks y Pearl Jam.
    Los republicanos están tranquilos, ya que ellos tendrán el apoyo de Britney Spears y Ricky Martin.

    Si es que... Dios los cría y ellos se juntan. De vez en cuando, el mundo tiene cierta lógica.

    lunes, agosto 09, 2004

    -Ahí están los dos -dijo el médico señalando la pantalla de ecógrafo-
    -Cómo que los dos!! -exclamamos P y yo al unísono-
    -Ah, ¿no queríais tener gemelos?
    -(...)
    -(...)
    -Es sólo una broma. Vaya cara de pánico que habeis puesto...


    Es lo que se llama humor de obstetras. Pero maldita la gracia que nos hizo. La cuestión es que el garbanzo que es de momento nuestro futuro hijo/a sigue su desarrollo correctamente. Resultó muy emocionante (aunque reconozco que no tanto como con p) escuchar los látidos del puñado de células que se convertirán en su corazón.
    Había pensado poner en el post la ecografía, pero creo que es demasiado freak hasta para mi...

    domingo, agosto 08, 2004

    Hace tiempo que sigo la evolución de la wikipedia en español. Y por fin, me he decidido a colaborar. Me he propuesto añadir a la enciclopedia una reseña sobre cada libro que lea (incluyendo al autor en caso de que todavía no esté). Mi primera aportación es sobre Dan Simmons y su novela Hyperion. Como vereis, no es gran cosa, pero en realidad no hace falta más.
    Os animo a todos para que contribuyais con vuestras aportaciones. Es muy sencillo!

    miércoles, agosto 04, 2004

    Cielos!
    En A3 están poniendo un capítulo de El Principe de Bel Air. Debe ser una reposición de una reposición de una reposición...
    Qué pasada está esta serie, pero creo que en su momento me vi todos los capítulos (varias veces).
    Siguiendo con mi obsesión por las series de TV:
    Quién me gustaría ser: Jazz, El amigo de Will (o al menos eran amigos cuando rapeaban juntos y eran DJ Jazzy Jeff & the Fresh Prince)
    Quién soy en realidad: Carlton. Evidentemente.

    Me han dicho que la prima pequeña del príncipe (Ashley, creo) se ha convertido en una mujer de muy buen ver. Habrá que comprobarlo aunque sólo sea por el morbo que ofrece haberla conocido "desde que era una niña", o si no, ¿por qué pensabais que Alyssa Milano es un icono erótico?

    martes, agosto 03, 2004

    He vuelto a ir al gimnasio. A mi, con los gimnasios, me pasa como a mucha gente con las clases de inglés: volvemos una y otra vez a lo largo de la vida, pero nunca llegamos a "hablar el idioma".
    La verdad es que después de un mes de excesos, mi organismo necesitaba realizar alguna actividad aparte de estar tumbado y comer...
    Es curioso como cambian las sensaciones físicas a lo largo de los años. La primera vez que fuí a un gimnasio me desmayé. El monitor me puso a practicar sentadilla (sin peso, sólo con la barra) y a la segunda repetición caí redondo al suelo. Lo siguiente que recuerdo es que me estaban dando una barrita de chocolate y una bebida energética. Después me enteré de que había que desayunar (bien) antes de hacer ejercicio. Nunca más me he vuelto a desmayar (en un gimnasio, se entiende). La cuestión es que en aquel momento (tenía 16 o 17 años), no me preocupó en absoluto el desmayo y cogí la forma enseguida.
    Sin embargo, ayer, mientras hacía una carrera de calentamiento, me preocupé porque pensé que me estaba dando un infarto. ¡Qué desagradable resulta querer respirar profundamente y no poder aspirar más que una pequeña bocanada de aire! Me daba la impresión de tener la capacidad pulmonar de un niño de tres años (y el cuerpo maltratado de un adulto en la treintena).
    De verdad, tenía que ser de risa. Allí estaba yo, en medio del circuito. Con la baba cayéndome de la boca, una mano en el corazón e intentando controlar mi respiración. Creo que incluso me tomé el pulso (como si me sirviese de algo, o supiese lo que estaba haciendo). Afortunadamente estaba empezando a llover y no me vió demasiada gente. Que ridículo es intentar caminar erguido y con la respiración tranquila cuando tu cuerpo está al borde de un colapso. Me dirigí a la fuente y descubrí que no podía beber sin terminar de ahogarme. Creo que la gente que estaba por allí, si yo no hubiese estado vestido de deporte, habría pensado que era un toxicómano (aunque pensándolo bien, la mayoría de los toxicómanos que sólo visten ropa deportiva).
    Finalmente, recopilé los trocitos de mi escasa dignidad y puede hacer una sesión de gimnasio más o menos decente.
    Hoy me duele todo (más de lo normal). Os aseguro que tengo intenciones de volver al gimnasio, pero cuando llego al vestuario, es como si hubiese dentro de mi un Mr. Hyde que odia el olor a linimento y se niega a entrar.

    lunes, agosto 02, 2004

    La vuelta al trabajo


    domingo, agosto 01, 2004

    En los Estados Unidos tienen el supermartes, que es un martes de principios de marzo en el que se celebran elecciones primarias en un montón de estados, para elegir el candidato que irá a las elecciones contra el presidente en curso.
    Yo, hoy, tengo el superdomingo, que es un domingo que precede al primer lunes de agosto y coincide con el final de todo un mes de vacaciones para mi, y el principio de las mismas para el resto de mis compañeros.

    Los domingos, de por si son malos, pero este... este no os lo podeis ni imaginar...