lunes, junio 19, 2006

Que pena. Lo que hubiese disfrutado Joaquín Luqui el concierto aniversario de Los Cuarenta. Les juro que por un momento pensé que lo había visto en la primera fila, pero la realización no volvió, o no se atrevió a enfocarle.
Los Cuarenta Principales tienen asociada una leyenda negra (seguramente no tan leyenda) de extorsión y chantaje bajo la frase "si no pagas no quedas entre los tres primeros", pero inevitablemente sus números uno han acompañado a un par de generaciones de adolescentes.

Bien construido el concierto. Bien seleccionadas las canciones y bien hechos los emparejamientos, la mayoría de "artista nuevo/vieja gloria". Y es que algunas de esas glorias están realmente viejas, pues se pudo apreciar una clara Karinización de muchos de ellos. Así sin pensarlo demasiado recuerdo especialmente pasados a: Cardalda de Complices, Ojeda de Danza Invisible y Fafa de La Unión. Otros estuvieron simplemente en su línea: Miguel Bosé, que hay que reconocerle que al final ha aprendido a cantar, Rosario, que no canta ni falta que le hace y Miguel -lifting- Rios y su inseparable discursito

Algunos momentos cumbre:
-Loquillo cantando con Pereza. Con el grupo, vaya, que el Loco sigue teniendo en el escenario el poderío de cuando era veinteañero. Además le puso bastante emoción al asunto ya que daba la impresión de que si tropezaba y caía sobre uno de los Pereza podría haber una desgracia.
-La reunión de Nacha Pop. Con un Antonio Vega cuya edad efectiva triplica su edad real y que hizo un esfuerzo titánico por no decirle a su primo que por una vez se estuviese quieto. Nacho, por supuesto, disfrutó la actuación y hubiese jurado que si fuese por él hubiese seguido sobre el escenario.
-Miguel Bosé parando su canción y diciéndole al público que se anime, que todavía queda mucho concierto.
-La enésima reencarnación de el alma pater de esta página, Santiago Auserón y su hermano tocando el superclásico "Escuela de Calro" junto a Ariel Rot que era el único en todo el estadio que no se sabía la letra.
-El hiperglucémico final del "Corazón Partío" en el que el señor Sanz estuvo acompañado de los participantes más blanditos. Nostalgico que soy, quiero pensar que los demás estaban en el bar bebiendo whisky y criticando a los del escenario.