miércoles, enero 21, 2004

Algunas frases que me persiguen, y las explicaciones, basadas en mi experiencia, de cómo lidiar con ellas:

¿Qué me pongo?
Cuando la frase la dice tu pareja (femenina) , debes tener cuidado, porque dependiendo de cómo lleves la conversación, todo puede ir bien o acabar en desastre. Es muy común que le sigan frases del tipo "es que no tengo nada que ponerme" o "mi ropa está pasada". Ten mucho cuidado al proponer algún conjunto, porque existen toda una serie de teorías incomprensibles sobre porque los colores no casan. Presta especial atención si aparece alguna frase del estilo de "estoy gorda". Nunca lo diremos suficientes veces, ahí te la juegas. No debes dudar, un NO tajante te sacará del apuro.
De cualquier manera, nunca, pero nunca se pondrá lo que tu has propuesto.

¿Hace frío?
Esta me encanta, la hacen las mujeres (madres, novias, hermanas). Te la hacen nada más llegar de la calle, y digas lo que digas te equivocas, yo creo que tenemos los termostatos diferentes.

Cuéntame algo.
Esta, sin duda, es la frase que más me desmoraliza. Suele decirla la gente que tiene miedo al silencio, que no sabe disfrutar de la compañía de otra persona sin hablar. No existe un método más eficaz para dejarme sin nada que decir. Cuando me dicen esto, suelo pensar cosas como: "acabo de perder el poco interés que tenía en hablar contigo, y en el improbable caso de que se me ocurriese un tema que nos guste a los dos no abriría la boca". Me limito a poner sonrisa de circunstancias y seguir callado.

¿Qué piensas?
¡Peligro! ¡Peligro! Si tu chica te pregunta esto, tu sentido arácnido debería ponerse a cantar Parsifal.
Pueden ocurrir dos cosas:
a) Que no estés pensando nada (muy común, aunque ellas crean que es imposible)
b) Que lo que estés pensando no le guste (muy común también)
Así que en cualquier caso, rápidamente, deberías pensar algo (que le guste) para decir lo que estás pensando. Y más te vale ser bueno inventando, porque estás al borde de una bronca de las que hacen época.

¿Qué comemos mañana?
Enhorabuena. Tu relación de pareja ha madurado. No te preocupes de la contestación, porque dará igual. Cuando se hace esta pregunta pueden ocurrir dos cosas:
a) Que quien la hace sepa lo que quiere comer mañana y por algún motivo (comida que no le gusta al otro) no quiera decirlo de entrada.
b) Que quien la hace quiere saber lo que quieres comer mañana (aunque ya sabe lo que vas a contestar) y tiene preparado un argumento para rebatirlo.