Lun Tzu, el filólogo de la dinastía Shang (no lo confundamos con el importante físico del mismo nombre que vivió un milenio después), en la obra "Tratado para la unificación de los lenguajes bárbaros bajo el manto del Reino de Tierra" editado hace ya 23 siglos, postuló, en el apéndice titulado "aberraciones, artefactos y malabarismos imposibles" que cualquier lenguaje que utilice la misma palabra para designar a las aves acuáticas de pico plano y a la acción de agacharse, en el improbable caso de existir, deberá pertenecer a un reino venido a menos cuya degenerada sangre no tendrá otra utilidad que humedecer el seco campo de batalla que les vea perecer bajo la firme espuela del Reino de Tierra.