Hay preguntas que nunca deberían formularse. Esto incluye algunas de las típicas que se realizan a los niños pequeños. Ayer le pregunté a p, a quién quería más: "A papá o a mamá". Yo recuerdo cuando me hacían esa pregunta. Invariablemente, y sin dudar, contestaba: "a los dos", pero p no, p es más lista que yo, y parece que además no tiene pelos en la lengua, ya que sin vacilar un solo instante dijo: "a mamá". La verdad es que no me extraña, y siento cierto orgullo en que se haya atrevido a decirlo, pero no dejo de sentir una pequeña punzada de celos. Mujeres...