Estas dos semanas han sido las primeras, desde que comencé a escribirlo, en las que he tenido tanto trabajo que me ha obligado a descuidar el blog. Y no es que normalmente no esté ocupado, pero en los últimos quince días se han juntado varias cosas:
-Vacaciones de mi compañero, lo cual siempre repercute en mi carga de trabajo.
-Imprevistos que me han obligado a viajar
-Un gripazo de narices (y garganta y oídos)
-Que yo me quedo de vacaciones desde el martes que viene, lo cual me ha obligado a apurar para cerrar ciertos asuntos.
Que me suceda esto, no es raro, lo que es curioso es que he sentido cierto cargo de conciencia por no poder actualizar el blog con la frecuencia que me hubiese gustado. Esta bitácora que comenzó como un lugar donde desahogarme y en el que poner algunos de mis pensamientos intimo-exhibicionistas se ha convertido en algo que me importa bastante.
Dentro de unos años me gustará releer mis viejos posts y recordar qué fue lo que me impulsó a escribirlos y revivir los momentos en que lo hice.
domingo, noviembre 23, 2003
Publicado por Poncho a las 13:39