lunes, diciembre 29, 2003

Para mi, como para la mayoría de los no iniciados, el Sumo era un deporte en el que dos gordos japoneses se daban de bofetadas. En fin, que era algo absurdo y bastante estúpido.
Llevado por la curiosidad comencé a ver torneos de Sumo por TV. Me intrigaba qué podían ver millones de japoneses en ese espectáculo, que en aquel pais se considera poco menos que un rito sagrado.
Lo que descubrí me sorprendió: el Sumo no era el pasatiempo-estúpido de un-pais-de-locos que la mayor parte del mundo piensa. Sino que es un deporte muy técnico, con unas reglas muy claras y con un trasfondo cultural importantísimo. Lo único que se me ocurre que se pueda comparar al Sumo en todo su ámbito es "nuestra fiesta nacional". Algunas de las similaridades entre Sumo y Toros que se me ocurren son las siguientes:
-El chonmage o peinado ritual de los luchadores y la coleta del torero.
-Cada uno de los movimientos del combate o de los componentes del dojo tiene su propio nombre, igual que sucede con los lances, pases del toreo y todos los elementos que forman la plaza.
-Los toreros y los rikishi no son exactamente deportistas, sino que son algo más. Poseen un status social elevado.
-El capote de paseo, curiosamente, recuerda al keshomawashi (faldón?) que los rikishi (luchadores) visten durante la ceremonia de entrada al dojo. Por cierto, el keshomawashi es tan costoso como un traje de luces.
-En el Sumo, existe una figura similar a la del apoderado, los oyakata.
-Además el dojo es redondo y de arena :)
-Es muy complicado entender completamente el significado de cada evento y el funcionamiento de las respectivas organizaciones. Ya que se apoyan en tradiciones muy arraigadas y desarrolladas a lo largo de siglos. Lo que las hace casi incomprensibles para los no iniciados.
Comencé a comprender lo que era el Sumo a finales de los 80, en aquella época reinaba en los dojos el gran Chiyonofuji.
Chiyonofuji, también conocido como "El Lobo", no era grande en tamaño. En un deporte en que es normal que los participantes ronden los dos metros y pasen de 200 Kg, Chijonofuji medía 1,83 y pesaba 127 Kg. Tampoco tenía el típico cuerpo de rikishi. Su barriga no era ni prominente ni flaccida. Basaba su combate en una agilidad felina y una técnica impecable. Compitió durante 20 años, 10 de ellos manteniendo el mayor título que un rikishi puede alcanzar: Yokozuna, Gran Campeón. Batió casi todos los records y se convirtió en el más grande Yokozuna de la era moderna (El Sumo existe desde hace siglos y se guardan estadísticas sobre los combates desde 1750), el Michael Jordan del Sumo. Tras retirarse, Chiyonofuji se convirtió en shisho (dueño de un "establo") y es conocido como Kokonoe Oyakata, entre sus deshi se encuentra uno de los actuales Ozeki (grado inmediatamente inferior a Yokozuna): Chiyotaikai
Pocos años después de la retirada de el Lobo, alcanzó lo más alto del ranking, el hombre que convirtió al Sumo en un espectáculo conocido en todo el mundo, el primer Yokozuna nacido fuera de Japón: Akebono, dos metros y 230 Kg. de humanidad Hawaiana (su nombre real es Chad Rowen), uno de los luchadores más grandes (en tamaño y en logros) de todos los tiempos. Cuando comenzaba el combate, Akebono era imparable, hacía valer su enorme masa para expulsar a su adversario del dojo a base de oshidashi y yorikiri (ataques frontales). Pero la mayor fuerza de Akebono no estaba en su cuerpo. Se decía que Akebono ganaba el combate antes de comenzar a luchar.
Un combate de Sumo comienza con la entrada de los luchadores al dojo. Es un momento trascendente, en el que se realiza un ritual que sirve para purificar la mente y el cuerpo antes de la batalla. De forma simbólica, los luchadores limpian su boca con agua (fuente de pureza) y secan su cuerpo con una toalla de papel. Además, cada rikishi lanza puñados de sal para purificar el dojo. Una vez completado el ritual, los luchadores se situan frente a frente, en los puntos Este y Oeste del dojo. Ambos luchadores adoptan la postura conocida como shikiri: pies separados, cuerpo agachada, caderas y hombros en línea horizontal con el suelo. Comienza una guerra fría de miradas en la que cada contendiente busca el momento de ventaja psicológica para lanzar su ataque, en este lance Akebono era un auténtico maestro, su mirada impresionaba incluso vista por televisión.


El combate no comienza hasta que los dos luchadores apoyan ambos puños en el suelo. Hasta ese momento, ninguno de los dos moverá los pies, excepto para volver a su rincón y realizar otra vez el rito de la sal. Esta guerra silenciosa se suele alargar hasta los cuatro minutos que permite el reglamento (antiguamente no había límite de tiempo). Cuando ambos luchadores aceptan el shikiri, comienza el combate físico, en el que cada luchador intentará expulsar al contrario del dojo o tirarlo al suelo. Es raro el combate que dura más de un minuto una vez aceptado el shikiri.
Akebono se retiró en 2001 debido a una lesión de rodilla, pero el trono de Yokozuna siguió ocupado por otro Hawaiano: Musashimaru quien a su vez se retiró este año.
Me imagino que actualmente hay una pequeña tragedia en Japón, dado que no hay ningún Yokozuna japonés, el único rikishi que actualmente posee ese rango es Asashoryu, de origen mongol.
Estar al día de la actualidad del sumo desde España es bastante difícil. Sólo hay algunos resúmenes de los bashos más importantes en Eurosport. Afortunadamente, cada vez son más los sitios web que apoyan a este, más que deporte, acontecimiento social.