Es curioso, lo parecida que es la sensación de acabar un buen libro a lo que se siente tras tener un orgasmo: Esa felicidad mezclada con un ligero toque de desazón y pena por lo que acaba de terminar.
Podría extenderme en analogías sobre si el libro ha sido largo y hermoso, si ha sido una de esas historias que te hacen vivir desde la primera página momentos extraordinarios que pasan a formar parte de ti para el resto de tu vida y que en cierto modo completan tu carácter y tu persona. La diferencia es que pocas veces recordarás con detalle la sesión en la que alcanzaste un orgasmo, sin embargo es probable que el argumento y los detalles de la historia que has leido permanezcan nítidos en tu memoria, y que puedas revivir los momentos en los que la leias por primera vez.
En cualquier caso. Acabo de terminar uno de esos libros que te reconcilian con la lectura. Una de las mejores novelas que he leido en años. Un viaje al pasado que no te puede dejar indiferente. Porque el pasado es un estanque de aguas cenagosas que está esperando la más mínima perturbación de su superficie para desdencadenar remolinos que nos llevarán a sus más profundas esquinas. Porque nuestro pasado empieza mucho antes de nuestro nacimiento. Mucho antes de que el mundo haya decidido ponernos en él, y nosotros no somos más que el extremo de una caña que tímidamente asoma en la superficie...
Aunque esta es sólo mi opinión.
El libro es "Música de Playa", su autor se llama Pat Conroy. Leedlo, no os defraudará.
lunes, septiembre 08, 2003
Publicado por Poncho a las 21:09