Llevaba tiempo pensando que deberíamos comprar una televisión nueva, ya que la que tenemos no se veía demasiado bien. Las imágenes parecían borrosas, difuminadas. Al principio pensaba que quizás era problema de mi vista, o que la realidad se estaba volviendo borrosa debido a un mecanismo de defensa que intentaba filtrar el horror (el horror, el horror) que últimamente es algo cotidiano.
Pero fuera de la pantalla, todo lo veía con total nitidez (al menos con toda la que permiten mis dioptrías). La verdad es que ver mal la televisión no me preocupaba demasiado, para lo que hay que ver... Lo único, es que también me hubiese gustado que el sonido también estuviese borroso, sobre todo durante los programas de verano.
Hoy he limpiado la pantalla de la televisión, tenía una gruesa capa de polvo uniformemente compacto y ahora se ve con una nitidez que asusta...
De todas formas da igual, coincidiendo con el inicio del curso me he propuesto no ver un solo minuto de "Crónicas Marcianas" y pienso ignorar completamente cualquier programa en el que salgan los nuevos bufones de principio de siglo (es cursi, pero es mio). Veremos si soy capaz. Mis amigos dicen que no podré, pero estoy decidido.
miércoles, septiembre 10, 2003
Publicado por Poncho a las 13:03