lunes, septiembre 29, 2003

Parece que las ovejas embarcadas han encontrado puerto de destino. Los australianos se las van a regalar a Iraq, para que las sacrifiquen ritualmente y den de comer a una población, que diga lo que diga Paul Bremner, necesitan de todo.
Parece que lo que es sarna para los Saudíes es alimento para los Iraquies.
¡Qué gran mundo!