lunes, abril 19, 2004

Mi bisabuela, F, ha cumplido cien años. Lo hemos celebrado con una comida a la que ha ido casi toda la familia. Como en cualquier otra familia, supongo, hay gente a la que quiero mucho y otros a los que no soporto, pasando por un creciente grupo de novios/as, compañeros/as y familia política relativamente cercana a los que apenas conozco.
F se encuentra todo lo bien que se puede estar con esa edad, todavía puede salir a comer fuera y beber un vaso de vino (o dos), se emociona muy fácilmente y se le alegra la cara cuando ve a su tataranieta (p)
Me gustaría que p pueda tener un recuerdo claro de su tatarabuela, creo que es algo muy bonito y que no está al alcance de cualquiera. F, espero que todavía aguantes unos años más. Desde aquí te envío un besazo.
Aparte de lo agradable que resulta celebrar este tipo de cosas, el evento sirvió para confirmar una sospecha. En esta parte de la familia, hay un par de personas que inevitablemente me saludan con:
"Estás más gordo!!"
Antes me molestaba, porque yo estaba seguro, y la báscula lo confirmaba que no había aumentado de peso desde la última vez que me habían visto. Hasta que me di cuenta de que comparaban mi silueta actual con la que tenía a los 16 o 17 años (la época en la que más delgado estuve).
Esta vez, hacía más de un año que no nos reuníamos, y desde entonces he adelgazado bastante, además con el nuevo look que me da mi incipiente melenita, creo que tengo un aspecto bastante bueno. Quería ver si esta vez me saludaban con un:
"Qué delgado estás!!"
Pero no. No me han dicho nada. Creo que les ha desilusionado bastante que tenga buen aspecto.
En fin...