Con la habilidad que me caracteriza he vuelto a estropear la llave de mi casa. Van dos en cuatro años. P. hace como que no tiene importancia, pero se que está horrorizada con mi torpeza. Esta vez utilicé la llave como palanca para arreglar la puerta del buzón (lo se, soy estúpido), la llave ya no entra en la cerradura. La otra vez, me cayó el llavero al suelo y lo pisé, cuando metí la llave en la cerradura se rompió dentro. Llamada al cerrajero de guardia y dos mil duros menos.
domingo, octubre 12, 2003
Publicado por Poncho a las 12:13