jueves, octubre 09, 2003

Mi ex-cuñado se porta como un auténtico cabrón malnacido con sus hijas y yo tendré que tomar la comida china fría.
Desglosemos los pasos que nos llevan de un extremo a otro de este pinche efecto mariposa.
Mi ex-cuñado, como ya he comentado, se porta como un auténtico cabrón, ignorando a sus hijas completamente desde que se separó de mi cuñada Selma. Selma trabaja y tiene a dos hijas de las que no siempre puede hacerse cargo, por tanto, necesita ayuda. Y ¿adivinais quienes son los únicos gilipollas de toda la familia que parece ser que pueden ayudarla?, pues si, somos P. y yo. No es que me moleste echarle una mano, me molesta que siempre tengamos que ser nosotros. Que ya nos cuesta bastante hacernos cargo dignamente de nuestras responsabilidades como para cargar con las de los demás.
La cuestión es que esta vez he agarrado un tremendo globo y he discutido con P. he estrangulado una botella de ketchup y le he dado un gran viaje a la puerta de la nevera, en mitad de este paroxismo, llegó el repartidor con la cena que habíamos encargado, y no le he dado propina, así que es probable que la próxima vez los rollitos primavera lleguen frios y sin salsa agridulce.
Unos cuantos minutos después, P. y yo hemos hablado y hecho las paces. P. es mi voz de la razón, y siempre me hace ver las cosas tal y como son, sin que estén nubladas por elementos externos (furia, ira, cristales sucios, etc...), la verdad es que no se qué haría sin ella.
P. se ha ido a dormir, pero yo me encuentro todavía bastante... enervado, creo que en TV están poniendo "La verdad sobre perros y gatos", creo que iré a verla. Me encanta Janeane Garofalo, creo que si hubiese nacido mujer sería como ella...