Me voy para Madrid por trabajo. Allí estaré hasta el viernes. He diseñado un curioso plan de transporte. Como no tengo ninguna prisa en llegar, y últimamente los aviones me dan bastante yu-yu, me voy en autobús. Más de cinco horas. Pero es una autobús de lujo. Tendré un asiento de cuero para mi solo, catering y bebidas durante todo el trayecto. Pienso llegar semi-inconsciente por el Rioja. La vuelta es diferente. Como tendré ganas de llegar, dejo de lado mis pánicos y vuelvo en avión, o al menos eso es la intención, porque en Barajas nunca se sabe...
A ver qué tal se da la semana.
lunes, octubre 13, 2003
Publicado por Poncho a las 11:01