Acabo de recordar que me deseperté en mitad de la noche sintiendo un intenso dolor en el pecho. Entre las brumas del sueño, me pareció muy lógico pensar que era la consecuencia de haber cenado sashimi (al final conseguí ir a Donzoko :), y que lo único que debería hacer sería controlar la respiración hasta que me viniese el infarto.