p ha tenido su primer percance de guardería. Resulta que un hijo del demonio llamado Pablito le ha mordido en una mano. No ha sido nada, sólo el susto y una pequeña heridita. Mi sentido común me dice que son cosas de niños, inevitables y que no pasa nada...
Pero el resto de mis sentidos me incitan a exterminar a Pablito y a toda su familia. Es duro ser padre.
miércoles, febrero 11, 2004
Publicado por Poncho a las 16:30