Al final resultó que "Lost in translation" me ha gustado mucho. Ya se que había dicho que sólo me había parecido pasable. Pero desde entonces no consigo quitármela de la cabeza: Los ojos de Charlotte cuando mira el paisaje de Tokio desde la ventana del hotel, el gesto de Bob cuando piensa en lo que se ha convertido su vida, la soledad que ambos sienten en una de las ciudades más pobladas del mundo.
Yo he entendido la película desde el punto de vista del personaje masculino. Supongo que es inevitable, dado mi sexo y que estoy empezando una etapa de la vida que está más cercana a Bob que a Charlotte. Entiendo perfectamente lo que siente el personaje. Cuántas veces me he sentido solo en una fiesta, cuántas veces he tenido pánico pensando en el futuro, en lo sencillo que es equivocarse o fallar.
Me encantaría poder ver la película desde el otro punto de vista. ¿Qué piensa Charlotte?.
Al margen de su sexo, debería poder sentir algo parecido. No hace tanto que tuve su edad. Hubo un tiempo en que no sabía que quería hacer, no sabía que iba a hacer con mi vida, y también eso me preocupaba, pero no puedo recordar con nitidez cuáles eran mis sentimientos de entonces. Sólo tengo un vago recuerdo de desazón.
¿Hubiesen sentido lo mismo si en vez de en Tokio se hubiesen conocido en un hotel de San Francisco? No lo creo. Por lo tanto, ¿es un sentimiento auténtico? o un mero resultado de las circunstancias.
¿Importa?
No lo se. Pero la verdad es que esa historia me ha llegado muy adentro y ha pasado a formar parte de mi, porque por si no lo sabíais, las personas somos un tapiz hecho de historias, algunas contadas, algunas inventadas y otras que todavía no nos hemos ni imaginado.
Por cierto, ¿dónde están esos caballeros bogoteños? (¿o bogotanos?), mi amiga Olavia quiere ir al cine y no tiene quien la invite. Chicos, a ver si os estirais...
Porque no hay un puente aereo Madrid-Bogotá, que si no...
martes, marzo 02, 2004
Publicado por Poncho a las 00:04